Disparó en defensa, afirma ministerial

Siete impactos de bala en total fueron los que se encontraron en el cuerpo de Julián Alfredo Rodríguez Medina, víctima de homicidio del 5 de enero, presuntamente de manos de un agente ministerial, comandante de la unidad K9 (canina), Arturo Iván V. S., quien fue presentado ayer ante un juez de control para escuchar la acusación en su contra.

La necrocirugía, cuyos resultados fueron leídos durante la audiencia inicial contra el policía investigador, mostraron que la trayectoria de las balas, de todas, fue de atrás hacia delante, lo que confluye con versiones que señalan que los disparos fueron por la parte trasera del coche Ford Mustang GT azul que conducía la víctima cuando el agente le ordenó detenerse y luego empezó a disparar ante el caso omiso del guiador.

Las heridas encontradas fueron dos en la parte derecha de la cabeza arriba de la oreja, una en la parte trasera de la cabeza, otro cerca de la oreja del lado derecho, y tres en la espalda cerca de la escápula derecha. La causa de muerte fue marcada como laceración encefálica por los disparos del arma de fuego en el cráneo.

Arturo Iván V. S. compareció por estos hechos ante un juez de control. Durante toda la audiencia inicial, que duró 4:30 horas aproximadamente, en medio de lecturas prolongadas de aspectos técnicos y numerales de evidencias y fotografías que no fueron mostradas al juez sino solo relatada su existencia, el agente se mantuvo en calma, sin mover los pies a modo de ansiedad, sin golpetear sus piernas con las manos, sin siquiera ganas de llorar, pero sí con la mirada baja, aparentemente atento a cada detalle expuesto en los más de 20 antecedentes leídos por la agente del Ministerio Público de la Dirección de Inspección Interna.

El 5 de enero entre las 11:00 y las 12:00 horas, mientras el agente V. S. se encontraba en ejercicio de sus funciones como elemento de la Agencia Estatal de Investigación, mientras se encontraba brindando seguridad perimetral durante una diligencia en el cruce de las calles 21 de Marzo y Juan de la Barrera de la colonia Melchor Ocampo, le marcó el alto a un automóvil Ford Mustang GT 2002 azul, cuyo conductor hizo caso omiso y condujo de manera acelerada hacia él.

Posteriormente, al ver a uno de los tripulantes del Mustang con una capucha puesta y en atención de que se encontraban en alerta roja debido a riesgos advertidos a las corporaciones por hechos acontecidos en la ciudad recientemente antes del evento fatal, V. S. “se vio en la necesidad de utilizar la violencia como único medio de defensa”, por lo que accionó su arma, una AR-15 Colt en contra del vehículo mientras este ya se encontraba fuera del alcance del agente, presuntamente, según relató el Ministerio Público.

Varios de los disparos perforaron el vidrio trasero, y dieron en la víctima.

El agente, dijo la representación social, “obró en exceso al cumplimiento de un deber legal en funciones de su cargo”, pues aunque el vehículo ya estaba huyendo “usted continuó la agresión a la parte trasera, sin proteger ni garantizar los derechos humanos y el derecho a la vida de las personas” a bordo.

El acusado solicitó la duplicidad del término para recabar pruebas que permitan demostrar su teoría del caso, por lo que será el próximo 13 de enero que se resuelva su situación jurídica.

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