Un día después de la toma de posesión de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, la lideresa opositora María Corina Machado denunció la detención de más de 30 manifestantes en diferentes estados del país.
Según Machado, estas personas participaron en protestas pacíficas contra el régimen el pasado 9 de enero y fueron arrestadas por las fuerzas de seguridad.
Además, Roalmi Cabeza, un joven que acompañaba a Machado en una manifestación, resultó herido de bala antes de ser detenido. La opositora también denunció que fue víctima de un intento de detención el mismo día de la protesta.
Machado agradeció públicamente el apoyo recibido por parte de Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, quien expresó su respaldo «a la lucha democrática de los venezolanos» a través de un mensaje en redes sociales.
En su publicación, Trump destacó «el valor del pueblo venezolano para enfrentar el miedo y la represión».
La comunidad internacional también reaccionó al acto de investidura de Maduro.
Los gobiernos de Ecuador, Panamá, Costa Rica y República Dominicana, integrantes de la Alianza para el Desarrollo en Democracia (ADD), calificaron la toma de posesión como» ilegítima y resultado de un fraude electoral».
En un comunicado, la ADD reiteró su compromiso de trabajar en favor de «una transición democrática en Venezuela».
Desde el exilio, el candidato opositor Edmundo González Urrutia aseguró que ganó las elecciones presidenciales del 28 de julio y calificó la investidura de Maduro como un «golpe de Estado».
En un video difundido en redes sociales, González criticó la «autocoronación» de Maduro y reafirmó su rechazo al gobierno actual.
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