La gobernadora del estado prohibió el uso de aires acondicionados en instituciones educativas debido a limitaciones financieras.
La decisión consternó a la población debido a las temperaturas extremas que presentan en el estado.
La decisión ha causado preocupación en la comunidad educativa y la sociedad en general, pues plantea dudas sobre la priorización de la salud y bienestar de los estudiantes en una de las temporadas más calientes del año.
La medida se dio a conocer hace unos días, y ha despertado una serie de debates sobre si se trata de una medida de ahorro prudente o una falta de atención a las necesidades básicas de los alumnos y el personal docente.
Presentaron un oficio en él se argumenta que el gasto que generan las unidades de enfriamiento de las escuelas ha generado un gasto excesivo en las cuotas destinadas a las escuelas, a pesar de que existen muchas que no cuentan con equipos eficientes para las temperaturas de la región.
En algunos casos, han sido los padres y madres de familia quienes han asumido la iniciativa de instalar aires acondicionados por cuenta propia.
Esto destaca la falta de intervención por parte del gobierno para garantizar un entorno de aprendizaje optimo.
Las dependencias de salud y expertos en el tema han advertido que el calor puede tener consecuencias perjudiciales para la salud y el rendimiento de los estudiantes.
Las altas temperaturas no solo dificultan la concentración y el aprendizaje, sino que también pueden poner en riesgo la salud de niños y adolescentes.
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